viernes, julio 13, 2007

Para este viaje....


Pues no, no hacían falta tantas alforjas. Y tampoco hacía falta joderme las vacaciones. Para poder aprobar a la gente que lleva años trabajando no hacía falta que otras miles de personas que no han trabajado nunca en un instituto se rompieran la cabeza estudiando ni se pasaran las noches construyendo ilusiones.

Lo podían haber dicho más claro, pero ni administración ni sindicatos quieren decir lo que buscan.

La cosa ha quedado así: Concurso-oposición donde los méritos cuentan un 40% y donde además los interinos pueden convalidar un tercio del restante 60% por un informe que hacen las inspectoras. Pero a las inspectoras (a diferencia de cuando van a ver al resto del mundo) les parece que todo el mundo lo hace muy bien, tanto como para puntuar de 9 para arriba. Con tanta autodisciplina docente, el cuerpo de inspección deberían ir pensando en la autodisolución suya propia (la redundancia es para que lo entiendan bien).

Si una profundiza algo más y saca cuentas llega a la conclusión de que un interino que saque un 2.5 en la prueba teórica y un 3 en la primera didáctica, si tiene un informe favorable puede pasar la oposición, y llegado el concurso si tiene un 10 de méritos consigue un nada desdeñable 7. Eso sí, la pobre gilipollas sin experiencia a la que nadie le ha dicho que no le serviría de nada presentarse se va a quedar con un palmo de narices (Oposición: 8, Concurso: 5, se queda con un 6.8).

En fin, que me gustaría saber el nombre del lumbreras del departamento que ha pensado este sistema y luego se ha olvidado de anunciar que eran unas restringidas encubiertas. Del lumbrerillas nunca conoceremos la cara, los que sí se saben la mía son las decenas de personas a las que me han obligado a examinar y con las que he intentado ser justa, total para que luego me obliguen igualmente a aprobar a otras. Es como para que me partan la cara en cualquier esquina.

Moraleja: El sistema de oposiciones nunca ha sido justo, ahora menos. Así que apuntate a las listas y haz la cola. Todo llega. Mientras, relájate: da igual si trabajas bien o mal, si te lo curras o no, tod@s somos iguales ante la inspección. Mientras no le pegues a alguien, jamás te abrirán un expediente.

PS: Eso sí, vari@s de mis amig@s interin@s que han aprobado, molan un montón.